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El sector del biogás en España está creciendo, y el 4º Salón del Gas Renovable junto con el 17º Congreso de la Bioenergía en Valladolid reúnen a los principales actores. El biometano sigue ganando interés como alternativa sostenible al gas natural. A pesar de los desafíos, se perfila como una solución clave para la descarbonización y el futuro energético del país.
Octubre se ha consolidado como el mes del sector del biogás en España, y la celebración del 4º Salón del Gas Renovable en Valladolid subraya la importancia creciente de esta industria. Organizado por AVEBIOM y AEBIG, este evento reúne a los principales actores de un sector en plena expansión. Este año, con la participación de más de 250 expositores, queda claro que el biogás está experimentando un crecimiento exponencial, impulsado por un interés cada vez mayor. Coincidiendo con el salón, se celebra también el 17º Congreso de la Bioenergía, lo que refuerza la relevancia de estos encuentros para el futuro energético del país.
La energía proveniente del biogás, y más específicamente del biometano, ofrece una alternativa viable y sostenible al gas natural convencional. El biometano, que se produce a partir de la purificación del biogás, emerge como una solución capaz de reducir la dependencia de combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo en los sectores industrial, agroalimentario y de transporte. En un contexto global donde las políticas climáticas y energéticas están en el centro del debate, el biometano destaca como una de las mejores alternativas para contribuir a la descarbonización de la economía.
El biogás se obtiene mediante la descomposición anaeróbica de residuos orgánicos, lo que incluye desde residuos agrícolas hasta lodos de depuradoras, residuos sólidos urbanos y residuos agroindustriales. Al ser sometido a procesos de purificación, el biogás se transforma en biometano, un gas renovable que puede inyectarse en la red de gas natural y emplearse en usos energéticos diversos, igual que el gas fósil. Pero lo más importante es que el biometano ofrece un potencial de descarbonización superior a cualquier otra fuente de energía renovable.
En España, actualmente hay unas 12 plantas de biometano operativas, una cifra modesta si la comparamos con otros países europeos, que cuentan con más de 1.500 plantas de biometano y 20.000 de biogás funcionando a escala comercial. Aunque el camino hacia una adopción masiva del biometano aún es largo, las perspectivas son alentadoras. Diversas ingenierías, constructoras e industrias agroalimentarias, junto con inversores y empresas energéticas, están impulsando proyectos de biometano en el país. Estos primeros proyectos representan un paso crucial hacia la consolidación de esta tecnología en el mix energético español.
Desde AEBIG, subrayamos constantemente que ninguna otra fuente renovable tiene el potencial de descarbonización por unidad de energía como el biometano. Este gas no solo es renovable, sino que también puede contribuir de manera significativa a reducir las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero con un impacto mucho mayor que el CO₂ en el calentamiento global a corto plazo.