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El pasado año se gestionaron más de 131.000 toneladas de aceite industrial usado en España, aquel que procede de los motores de los vehículos y de cualquier tipo de maquinaria. Un residuo que –de no ser gestionado adecuadamente– puede llegar a ser muy contaminante y que se genera en cualquier punto del territorio, desde un taller rural a una fábrica, un parque eólico o un hotel. En 2023 SIGAUS recogió aceite usado en 67.000 puntos repartidos en 4.800 municipios y el 100% fue tratado para ser reintroducido en el mercado como nuevos productos, en un claro ejemplo de Economía Circular.
La Economía Circular es un modelo económico que busca reducir la dependencia de los recursos naturales y de las materias primas, apostando, entre otras acciones, por minimizar la generación de residuos, y convertir en recursos los que se generan. La transición hacia la Economía Circular ocupa un papel prioritario en la agenda de la Unión Europea y sus Estados miembros. A nivel comunitario, desde 2015 se han publicado distintos Planes de Acción de Economía Circular, y España cuenta con su propia Estrategia con el horizonte de 2030. Un plan que tiene como objetivo reducir un 30% el consumo nacional de materiales en relación con el PIB, y un 15% la generación de residuos, tomando 2010 como año de referencia. En todos estos planes, el sector industrial es prioritario.
En este contexto se enmarca la gestión de los aceites industriales, un producto muy utilizado en la práctica totalidad de actividades industriales (donde hay maquinaria, hay aceite). Desde 2007, de su gestión se encarga SIGAUS, un SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) que lleva 17 años haciendo que la Economía Circular de los aceites industriales sea un éxito. Gracias a un eficiente sistema que incluye a una red de más de 160 empresas gestoras de aceites usados (que en muchos casos lo son también de otros residuos industriales), y a un elevado nivel de penetración en el tejido industrial y comercial de toda España (con más de 160.000 puntos generadores identificados y geolocalizados), SIGAUS garantiza el servicio universal de recogida y recoge el 100% de este residuo, acudiendo para ello a todos los puntos donde se produce, para después valorizarlo en su totalidad, transformándolo en nuevos lubricantes o en fuel BIA, un combustible similar al fuel óleo caracterizado por su bajo índice de azufre.
Recientemente, SIGAUS ha informado a las Administraciones Públicas de su gestión en 2023. En concreto, el pasado año se generaron 159.387 toneladas brutas de residuo, repartidas en 4.782 municipios y para las que fue necesario realizar 175.621 operaciones de recogida, muchas de ellas en zonas de especial dificultad (rurales, montañosas o despobladas) o de mayor vulnerabilidad ambiental (por situarse en las inmediaciones de espacios protegidos o de recursos hídricos).