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Aqualia lidera el proyecto de innovación LifePhoenix, que busca desarrollar nuevos tratamientos de regeneración de aguas residuales urbanas para su uso agrícola. La iniciativa pretende dar con soluciones adaptables a todo tipo de estaciones depuradoras y territorios a la vez que cumple con los nuevos estándares de calidad del Reglamento Europeo y elimina los contaminantes emergentes y microplásticos.
Vivimos en un escenario de estrés hídrico cada vez más generalizado, especialmente en los países mediterráneos, y que se recrudece debido al cambio climático. Las previsiones auguran un aumento gradual de las temperaturas en los próximos años y un mayor peligro de sequía persistente. En este contexto, es necesario dar con soluciones que encuentren fuentes alternativas que aseguren el suministro de agua, especialmente para usos como el agrícola, el mayor consumidor de agua potable de la Unión Europea. En España, casi un 70% del agua se destina a este sector, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Contar con una fuente que asegure el suministro es vital para territorios como Almería, principal provincia española exportadora de frutas y hortalizas a Europa, y donde el sector primario es el principal motor económico.
El agua residual tratada aparece como una gran solución para asegurar la sostenibilidad del sector agrícola, aunque todavía tiene un amplio margen de recorrido: en España, a pesar de ser líderes en Europa, solo se reutiliza entre el 7 y el 13% de esta agua, según los datos de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDYR).
Es la filosofía que pone en marcha el proyecto europeo de innovación Life Phoenix, liderado por Aqualia, y que recientemente ha inaugurado la plataforma a escala demostrativa en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) El Toyo de la capital almeriense. Esta planta, que presta servicio a la zona Este de Almería y cuya agua regenerada se emplea actualmente en el riego de zonas verdes y campos de golf, acoge desde ahora una planta demostrativa para probar distintas tecnologías de bajo coste para la reutilización de agua urbana en la agricultura.
Tecnologías de regeneración adaptadas a cada caso
El proyecto liderado por Aqualia busca convertir las aguas residuales en un elemento de alto valor para su reutilización en riego agrícola de forma segura y eficiente. Para poder emplear el agua regenerada en la agricultura, esta debe cumplir una serie de estándares de calidad que se volverán aún más exigentes con la entrada en vigor del nuevo Reglamento Europeo 2020/741 relativo a la reutilización de agua, el próximo 26 de junio. Esta directiva establece unos requisitos mínimos de calidad y control que garantizan que las aguas regeneradas son seguras para el riego agrícola. Así, avala un alto nivel de protección del medio ambiente y de la salud humana y animal, a la vez que promueve la economía circular, apoya la adaptación al cambio climático y hace frente a la escasez de agua.
Life Phoenix, además, se enfrenta al creciente reto de los contaminantes emergentes y microplásticos, que causan problemas en los actuales sistemas de depuración, ya que son difícilmente eliminables y suelen acabar en los mares y ríos, suponiendo un grave riesgo medioambiental. Life Phoenix se adelanta de nuevo a la revisión de la directiva de depuración 91/271, donde ya se contemplan para 2030 los tratamientos cuaternatarios para eliminar contaminantes emergentes.
El proyecto desarrollará soluciones innovadoras de regeneración de aguas residuales urbanas para uso agrícola para todo tipo de EDARs, soluciones a medida en función del tamaño de población. Para ello, probará más de 10 tecnologías diferentes a lo largo de la vida del proyecto y validará su planta demostrativa en diferentes ubicaciones. Las plantas serán itinerantes y se testarán en varias localizaciones por toda la península ibérica, seleccionando la mejor combinación de tecnologías para cada caso gracias a la implementación de una herramienta de soporte de decisiones (DSS), una herramienta de Business Intelligence enfocada al análisis de los datos.
El proyecto comienza su andadura en la depuradora El Toyo, operada por Aqualia como concesionaria del Servicio Municipal de Aguas del Ayuntamiento de Almería. Además de esta, el proyecto Life Phoenix contará con otras plantas piloto, que sirven tanto a poblaciones medianas-grandes como a poblaciones pequeñas: en España, será en la depuradora de Talavera de la Reina (Toledo) dentro de la plataforma INTEXT (LIFE INTEXT); y en Portugal, la EDAR Fonte Quente (Abrantes).
La iniciativa contempla además la posibilidad de replicar el proyecto, extrapolando la información local a otras regiones europeas con las mismas condiciones y problemas de estrés hídrico. Entre las Estaciones de Depuración y Regeneración de Agua Residual (EDRAR) que componen el estudio encontramos la EDRAR El Bobar, la EDRAR El Toyo y la EDRAR Pulpí, a las que se unirán otras de la provincia de Almería.