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Los desechos y el problema que se genera en la disposición final de los residuos son problemas a los que a veces no es fácil ofrecer solución. Uno de los tratamientos para reaprovechar esta materia orgánica es conocido como compostaje. Si los lodos se estabilizan y reciben un tratamiento idóneo su uso en agricultura es la forma más sostenible de reaprovechamiento de los residuos respecto a la eliminación de escombrera o la incineración.
El tratamiento biológico de los desechos procedentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR), fosas sépticas e industrias agroalimentarias es una de las principales alternativas para minimizar el problema que se genera en la disposición final de los residuos. Uno de los tratamientos para reaprovechar esta materia orgánica es conocido como compostaje, definido por Roger Tim Haug en el libro The practical handbook of compost engineering (1993), como “la descomposición y estabilización de sustratos orgánicos bajo condiciones en las cuales se desarrollan temperaturas termofílicas como resultado del calor biológicamente producido, con un producto final suficientemente estable, libre de patógenos y de semillas como para su aplicación en la tierra con la ausencia de efectos ambientales adversos”.
Bajo estos parámetros se fabrica uno de los principales productos de VERD RECYCLING: el ENERVIT ORGÁNICO. La investigación, innovación e inversión de la empresa -la cual pertenece a BURÉS PROFESIONAL- para apostar por la economía circular han llevado a buscar la máxima eficiencia en un producto que permite extraer el valor añadido al obtener recursos secundarios de materiales que habrían sido eliminados como residuos. Así, si los lodos se estabilizan y reciben un tratamiento idóneo su uso en agricultura es la forma más sostenible de reaprovechamiento de los residuos que la eliminación de escombrera o la incineración.
Mezcla de lodos y propiedades químicas
El proceso de fabricación del ENERVIT ORGÁNICO empieza con una mezcla de lodos, que previamente han sido separados por origen (urbano e industrial) y sus propiedades químicas. Después, se añaden microorganismos como hongos filamentosos que participan en la degradación aeróbica de la materia y bacterias con una gran capacidad enzimática para degradar compuestos orgánicos complejos, y se realiza una aireación forzada de 15 días para la eliminación de los mencionados microorganismos y lograr la eliminación de olores a través de un control del flujo del aire y de la temperatura. El material a compostar se deposita en unos canales alargados que disponen de un sistema de inyección de aire. El aporte de oxígeno activa los microorganismos y sus procesos metabólicos, y dicha actividad genera energía que se libera en forma de calor y permite que la temperatura ascienda hasta unos valores superiores a los 70ºC, eliminando patógenos y semillas.
Tras este primer proceso se realiza la fase de maduración, que varía de unas semanas a unos meses dependiendo del tipo de material tratado y del destino final del producto. Durante esta etapa se genera mucho menos calor y el pH se mantiene ligeramente alcalino. La descomposición que acompaña esta fase es un proceso biológico donde las moléculas orgánicas se degradan en otras menos complejas y estas a su vez sufren procesos de polimerización, generando nuevas sustancias de alto valor añadido.
En esta fase, los microorganismos mesófilos y algunos tipos de microfauna colonizan el compost y se genera una intensa competición por los nutrientes (antagonismo microbiano). Un compost inmaduro y sin estabilizar puede provocar muchos problemas durante su almacenaje, distribución y post aplicación puesto que, debido a sus propiedades estructurales y composición microbiológica, se pueden crear zonas de actividad anaerobia, generando problemas de olores y una disminución en la calidad del material por el posible desarrollo de componentes fitotóxicos.
Volteo de la pila para homogeneizar y dar forma
Tras el proceso de aireación, se lleva a cabo el volteo de la pila para homogenizar y dar forma al montón y para acelerar la descomposición y reorganización de los compuestos nitrogenados. Así, gracias al volteo, se oxigena el producto, la materia orgánica inicial se transforma en otra más estable y con mayor contenido en sustancias húmicas y, por ello, menos contaminante y con mucho menos olor que el producto inicial.
Finalmente, tras la fase de estabilización, se realiza el test Rottegrade (UNE-EN 16087-2;2012) o test de autocalentamiento, que se basa en el incremento de temperatura que experimenta una muestra de compost en unas condiciones de aislamiento debido a la energía desprendida por la actividad microbiana bajo condiciones adecuadas de humedad y aireación. De esta manera, podemos obtener una aproximación de la estabilidad del compost de manera sencilla. El incremento de la temperatura, debido a la degradación de moléculas, será mayor cuanto más degradable sea la materia orgánica biológicamente degradable que contiene la muestra.
Una vez el producto ha pasado todos los procesos, se consigue una enmienda orgánica húmica que aplicada a la capa superficial del suelo mejora las propiedades físicas y químicas del mismo. El ENERVIT ORGÁNICO es ampliamente reconocido en el sector agrícola por su rápida asimilación de nutrientes por parte del cultivo, mejorando la estructura del suelo y el rendimiento de la cosecha.