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Hemos entrevistado en este número al nuevo presidente de la Asociación de la Industria Solar Térmica (ASIT), Oleguer Fuertes, que nos ofrece algunas claves sobre la situación actual de un mercado cada vez más tecnificado y con grandes posibilidades de desarrollo. "Los fabricantes están constantemente mejorando su eficiencia e innovando en sus diseños", afirma. Para el presente año, su perspectiva es optimista. "Para 2022 esperamos un crecimiento en torno al 10% respecto a 2021, alcanzando los 5 millones de metros cuadrados instalados".
Oleguer Fuertes, presidente de ASIT, es Product Manager de la compañía BDR Thermea Group. En esta entrevista nos ofrece su punto de vista sobre la situación actual.
¿En qué punto se encuentra la solar térmica en España?
En 2022 se espera un gran crecimiento del sector solar térmico, gracias al crecimiento del mercado de la nueva construcción de edificios y a las importantes ayudas a las renovables térmicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ayudas que ya están gestionando las CCAA y que tendrán fondos hasta finales de 2023. Estas ayudas pueden alcanzar subvenciones a fondo perdido de más del 60% en algunas instalaciones solares térmicas. Además de las actuales líneas de ayudas al sector residencial, también se publicarán en breve convocatorias de ayudas para renovables térmicas en el sector terciario e industrial.
Además, el pasado 6 de octubre de 2021 entraron en vigor las medidas urgentes aprobadas por el Gobierno para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria, la deducción del IRPF por la instalación de EERR (Real Decreto-ley 19/2021, de 5 de octubre). La primera deducción, por obras que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda, permite una deducción de hasta un 20% del IRPF, desde que entró en vigor la norma y hasta el 31 de diciembre de 2022. La base máxima de deducción ronda los 5.000 euros anuales, siempre que las obras realizadas contribuyan a una reducción de al menos un 7% en la demanda de calefacción y refrigeración –acreditado mediante el certificado de eficiencia energética de la vivienda expedido por el técnico competente después de la realización de las obras, respecto del expedido antes del inicio-.
Sobre el mercado solar térmico en 2021, según se desprende del reciente estudio llevado a cabo por ASIT, a lo largo de 2021 se instalaron en España un total de 115,8 MWth (165.423 M2). Unos resultados que nos llevan a superar la cifra de 3,4 GWth en el acumulado de potencia instalada en nuestro país, o lo que es lo mismo, más de 4,8 Mill de M2 instalados y en operación en España.
Para el año 2022 esperamos un crecimiento en torno al 10% respecto a 2021, alcanzando los 5 millones de metros cuadrados instalados. Todo parece indicar una recuperación positiva del sector, muy relacionado con el crecimiento del mercado de la construcción de viviendas residenciales, en las que se aplica el Código Técnico de la Edificación.
El ejercicio 2021 cierra con más de 118.000 viviendas iniciadas, un 26,6% más que el ejercicio anterior y una cifra similar a la del 2019. Las viviendas finalizadas, 91.000, representan un crecimiento del 6,3% respecto al año pasado.
En 2021 se rehabilitaron o se reformaron más de 27.000 viviendas, un 7,5% más que el año anterior, y casi 33.000 edificios, un 10% más que en 2020.
Nos encontramos por tanto ante una industria con grandes expectativas de crecimiento, en búsqueda de nuevos nichos de mercado como el sector industrial y las redes de calor, más allá del sector residencial y el sector terciario. Con rendimientos superiores al 70%, los captadores solares térmicos son el método más sostenible y eficiente para generar más energía (calor) en el menor espacio, con contaminación cero e impacto nulo. Los fabricantes están constantemente mejorando su eficiencia e innovando en sus diseños, haciéndolos más ligeros, mejorando su integración, y, si la aplicación lo requiere, concentrando su capacidad de captación para conseguir mayores temperaturas en menores espacios.
¿Y en Europa?
En Europa ya se ha producido este punto de inflexión, gracias en gran medida al impulso que están haciendo los distintos gobiernos en pro de las energías renovables. Así pues, vimos que el año pasado el mercado alemán, el mercado más importante de la UE, crecía un 26% gracias a los incentivos MAP mediante los cuales se promueve la rehabilitación mediante la combinación de calderas de gas de condensación con solar térmica, con ayudas que llegan al 40% del coste total. En Francia, por ejemplo, existen ayudas de hasta 4.000€ al instalar calentadores de agua solares, mientras que en Italia ya hace años que existe el programa "Conto Térmico" con subsidios que llegan hasta el 65%. Todo esto ha llevado a que los mercados europeos ya estén en franca recuperación con crecimientos de dos dígitos en la mayoría de países.
¿Cuál ha sido su evolución en estos últimos años?
La solar térmica vivió una época dorada durante la primera década de los 2000. Gracias al CTE se instaló mucha capacidad de solar térmica, básicamente para cubrir la demanda de ACS. Este crecimiento facilitó el desarrollo de la solar térmica llegando a ser nuestro país un referente en esta industria.
En la segunda década, con la crisis económica, el sector se tuvo que reinventar, pero ha demostrado capacidad de resiliencia y podemos decir que ha sabido salir más reforzado y preparado para afrontar los retos venideros.
Y en los próximos años, ¿qué le espera?
La coyuntura actual está cambiando a un ritmo frenético. La lucha contra el cambio climático es una de las máximas prioridades en todas las agendas políticas de Europa. Si somos realistas, los retos que hay que afrontar en el muy corto plazo son abrumadores, por lo que vamos a tener que utilizar una combinación de soluciones si queremos cumplir con los objetivos del 2030. Así pues, la solar térmica está llamada a tener un papel importante, sobre todo para cubrir la demanda térmica, la cual representa más del 50% de la demanda total.
Ya estamos viendo como empiezan a aparecer impuestos para cubrir las externalidades de las emisiones, así pues la ST es una tecnología imbatible en términos de huella de CO2, tanto por su ciclo de vida, pues los paneles solares se fabrican en España, como por la energía ahorrada en su periodo de utilización de más de 20 años con rendimientos entre el 80% y el 50%.
A todo esto, en los últimos meses estamos viendo una escalada sin precedentes en el precio de los combustibles, por lo que, en términos puramente económicos, la solar térmica va a ser una de las soluciones más racionales para cubrir las demandas térmicas tanto de nuestros hogares como de ciertas industrias.
Haciendo una comparación con el estado actual de esta tecnología en países como Alemania, Francia o Italia…
Podemos diferenciar claramente entre países mediterráneos y países del norte de Europa. En los primeros, la demanda principal es para cubrir el agua caliente sanitaria, con predominación de los sistemas termosifónicos. Ahora bien, con el auge de los sistemas de calefacción de baja temperatura como pueden ser el uso de suelo radiantes, cada vez va a ser más habitual ver hibridaciones de ST con aerotermia.
En cuanto a los países del Norte de Europa con demandas más importantes en calefacción, ya existe una larga tradición de sistemas más complejos con mayor área de captación y mayor volumen de acumulación, y es habitual hibridar sistemas.
Además, en países como Dinamarca y Alemania la tecnología SDH (Solar District Heating de sus siglas en inglés) está en auge, existiendo en la actualidad numerosas redes de calor con aporte de solar térmica.
Cambiando la perspectiva, ¿cómo está el sector industrial?
En cuanto al sector industrial solar térmico, en España existe una capacidad aproximada de producción de 1.000.000 M2, fabricando 210.000 M2 en 2021, el 20% de su potencial, de los cuales 62.000 M2 se instalaron en España y 148.000 M2 se exportaron. Cabe destacar por tanto la labor de las empresas fabricantes de captadores con factoría en España, que han suministrado el 33% de los captadores instalados. Por otra parte, se ha registrado un incremento en la actividad exportadora de las empresas fabricantes ubicadas en nuestro país respecto del año anterior (+7%).
¿Cómo ha afectado el Covid-19?
Según nuestras estimaciones, podemos estar ante una caída del 10% del mercado. Somos conscientes de que ha supuesto un retroceso, pero debemos ser optimistas y esperar que la situación, pese a ser muy delicada, nos empuje para ser un sector aún más competitivo.
El Covid-19 ha obligado al mundo a una pausa económica. El Acuerdo Verde puede tener la capacidad de reiniciar Europa y pensar en una economía basada en la eficiencia energética y las energías renovables. Son inversiones ricas en mano de obra y tienen madurez contrastada. Nuestros asociados se comprometen a hacer de la recuperación económica verde un éxito colectivo.
En la actualidad, seguimos dependiendo de la evolución del sector de la construcción, pero independientemente de la evolución de las nuevas edificaciones, el sector solar térmico debe enfocarse hacia otros mercados y nuevas aplicaciones, explorando el enorme e infravalorado potencial de esta tecnología en los procesos industriales, sector terciario y redes de calor.
Asimismo, pese a no ser años fáciles para la actividad exportadora, las empresas se han esforzado por aumentar el saldo exportador neto positivo de nuestro sector, centrándonos en mantener y abrir nuevos mercados.
Hablemos de un caso concreto como es la plataforma Solplat, que incluye innovación tecnológica, digitalización y monitorización.
Desde ASIT coordinamos la Plataforma Tecnológica Española de Energía Solar Térmica de Baja Temperatura, SOLPLAT, e invitamos a participar a todos los interesados en crear sinergias entre los diferentes grupos de trabajo (sector Solar Térmico – Investigadores – Administración – Ingenierías–…), con objetivos como facilitar la internacionalización de la tecnología española, facilitar la entrada de los nuevos avances en sensorización y TIC para mejorar las prestaciones y fiabilidad de estas aplicaciones y avanzar en nuevos materiales y equipos que permitan aumentar la durabilidad de los sistemas, entre otros.
Desde un punto de vista más amplio, ¿qué espera de la transición energética y lucha contra el cambio climático? ¿Cuál será el resultado? ¿Cuál le gustaría que fuera?
La transición energética es fundamental para la lucha contra el cambio climático, que es el gran reto para el siglo XXI. Implica una transformación estructural de los modelos de producción y consumo de energía. Esto requiere dos grandes cambios: reducir nuestro consumo de energía y cambiar la combinación energética hacia una prevalencia de la energía renovable.
Espero que gracias a la transición energética se abandone el uso de los combustibles fósiles, y también se produzcan otros cambios que deberían llegar hasta nosotros, hasta la moral social y nuestra propia ética personal. Conforme pasen los años, la sostenibilidad se integrará en la base ética de nuestros comportamientos.
Me gustaría que dicha transición nos conduzca a un modelo energético neutro en carbono, más eficiente mediante la incorporación de las premisas de la economía circular, que garantice el acceso a una energía segura y sostenible para todos, y que impacte en el crecimiento económico y la generación de empleo ofreciendo oportunidades a nivel empresarial, industrial y laboral.
¿Se está trabajando en el camino correcto en cuanto a regulación y planes de ayudas?
Las renovables térmicas están siendo infravaloradas respecto a su potencial dentro del discurso político y social, un discurso que pretende electrificar todo el consumo y la generación, pero no debemos olvidar que el 50% de la energía en Europa se utiliza para calefacción y refrigeración de edificios, la mayoría de la cual procede de combustibles fósiles, y para cambiar dicho escenario será imprescindible contar con las renovables térmicas.
¿Qué importancia tiene apostar por la solar térmica en procesos industriales y en las redes de calor? ¿Y en viviendas?
La integración de los sistemas solares térmicos en el calor del proceso industrial se puede realizar de varias maneras. Por otro lado, en Redes de Calor con Solar Térmica, la energía solar aporta una reducción real de uso de combustible, eficiencia energética y mejora el retorno de la inversión. En viviendas, la solar térmica ha demostrado que es la mejor opción para el calentamiento del agua sanitaria, la tecnología más sostenible del mercado. El concepto de edificio de consumo casi cero implica tener en cuenta aspectos de ahorro energético, junto con la integración de energías renovables.