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Pronto se cumplirá un año de la entrada en vigor de la nueva tarifa eléctrica 2.0. Y ya se puede decir que nos hemos acostumbrado a ella, cambiando nuestros hábitos de consumo eléctrico. Un cambio de hábitos que no solo tiene que ver con los usuarios particulares, sino también con muchas empresas y negocios, especialmente los de menor tamaño, puesto que dicha tarifa se aplica a potencias contratadas inferiores a 15 kW.
El beneficio económico de consumir electricidad en horas valle ha sido el mejor de los incentivos en ese sentido, pero ¿realmente sabemos por qué se ha establecido este sistema de discriminación horaria? En este artículo te damos las tres grandes razones.
La gran razón: evitar la saturación de las redes eléctricas
El gran motivo que está detrás de la discriminación horaria es evitar que se produzca una saturación de las redes eléctricas. Recordemos que el consumo energético se suele concentrar en horario laborable de lunes a viernes, por lo que esta medida busca trasladar a los horarios de menor congestión aquellos consumos que no sean inaplazables. Es por ello que no solo se ha establecido discriminación horaria en el consumo (valle, llano y punta), sino también en la potencia contratada (valle y punta), lo que permite prescindir de esa parte de potencia que un usuario no utiliza.
Mejorar la eficiencia y evitar incidentes
¿Qué ocurriría si se produjera la temida saturación de las redes eléctricas? Pues que proliferarían las incidencias en las infraestructuras, con el consiguiente gasto para repararlas y construir otras nuevas. Por tanto, aunque la inversión en esas infraestructuras es algo inevitable en un país modernizado, la búsqueda de la eficiencia de las ya existentes es también otra premisa básica. En definitiva, la primera gran razón indicada (evitar la saturación) está estrechamente relacionada con la prevención de incidencias, que pueden considerarse la consecuencia de la primera.
Dar paso al coche eléctrico
Toda esta estrategia de distribución horaria de la potencia y los consumos no se hace al azar, sino teniendo en cuenta la realidad de cada día. Y en ello está influyendo enormemente un nuevo elemento que está llamado a cambiar nuestras vidas en los próximos años: el coche eléctrico. Este nuevo medio de transporte, cada vez más generalizado, absorbe muchos recursos de las redes eléctricas, como es lógico. Por tanto, se hace necesario que sus recargas se produzcan principalmente por la noche, en festivos o fines de semana, es decir, durante el periodo valle cuando la red no tiene riesgo de saturación.
En definitiva: prevenir la saturación, las incidencias y facilitar un contexto favorable al coche eléctrico son las tres razones que están detrás de las nuevas tarifas eléctricas basadas en la discriminación horaria. Una medida que deberá ir acompañada de otras medidas adicionales para que este previsible crecimiento de la demanda eléctrica sea sostenible para el medio ambiente, promoviendo el autoconsumo energético y estableciendo incentivos para que la producción de la electricidad comercializada sea 100% de origen renovable y verde.