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Convertir en energía limpia aquello que, de otro modo, generaría problemas medioambientales es una de las bases de la economía circular y de la sostenibilidad de la industria. La reutilización y el uso de energía limpia y eficiente son dos palancas imprescindibles para que el sector industrial pueda avanzar hacia la descarbonización sin perder competitividad.
El reto de incrementar la sostenibilidad y la competitividad de la industria ha adquirido aún más importancia debido a la crisis de la COVID-19. En esta labor, el sector industrial y los productores de energía deben avanzar de la mano y trabajar conjuntamente en la puesta en marcha de soluciones que logren el máximo de eficiencia energética y contribuyan a la mejora medioambiental. “En este proceso, es clave la valorización energética de los residuos”, explica Antonio Cortés, CEO de Grupo Neoelectra, “además de la elección de energías eficientes y renovables, combinadas de manera que garanticen un suministro de energía limpia y asequible”.
El Grupo energético español, a través de su filial Neoelectra Green, trabaja en la mejora la eficiencia energética del sector industrial y en la creación de sinergias para impulsar energías limpias y renovables, mediante el desarrollo de procesos sostenibles de economía circular que minimizan la huella de carbono. Su actividad se basa en el desarrollo de energías renovables - generación de biomasa y biogás a través del tratamiento de residuos; depuración y secado de lodos y purines; recuperación de CO2; gasificación ‘Waste to Energy’, eólica, fotovoltaica, hidrógeno y mini hidro.
La compañía cuenta con tres plantas que producen electricidad a partir de biomasa forestal y residuos industriales y otras dos a partir de biogás procedente de residuos ganaderos. Asimismo, posee dos instalaciones de recuperación de residuos y subproductos agrícolas y tres plantas de recuperación de CO2.