Empresas Premium
En la transición de una economía basada en reservas fósiles a una economía basada en la biología (bioeconomía), se ha convertido en un desafío crítico el hecho de cerrar los ciclos de nutrientes y avanzar hacia una gestión de recursos más eficaz y sostenible, tanto desde una perspectiva económica como ambiental.
La producción y el transporte de fertilizantes minerales requieren cantidades significativas de energía fósil. La dependencia de la agricultura de los fertilizantes minerales basados en reservas fósiles (especialmente N, P y K) debe considerarse como una seria amenaza para el cambio climático y la futura seguridad alimentaria humana. Por otro lado, las estimaciones de reservas de fósforo son pesimistas. Sobre la base del crecimiento de la población y la demanda futura de nutrientes, se espera que el agotamiento se produzca dentro de 100 a 300 años. Al mismo tiempo, la demanda agrícola de fertilizantes minerales está en continuo crecimiento, principalmente debido a una población mundial creciente, al aumento del consumo de carne y a los cultivos energéticos.