Economía Circular y gestión de residuos municipales

La Revolución Industrial que comenzó a mediados del siglo XVIII supuso un profundo cambio en las formas de producción y consumo que hasta ese momento se llevaban a cabo. La economía mundial, que esta entonces se centraba en la fuerza del hombre para trabajar la tierra y obtener recursos, dio un enorme salto no solo en los niveles de producción de bienes sino también en la forma en que los seres humanos nos relacionamos con los recursos de nuestro planeta. En muchos aspectos, los niveles de desarrollo y bienestar de la sociedad se vieron beneficiados por la implantación de un nuevo modelo económico basado en una economía lineal. Este nuevo modelo basado en las premisas “producir, usar y tirar”, afectó de forma transversal a las sociedades de los países desarrollados generando una gran cantidad de puestos de trabajo, crecimiento económico, incrementando el consumo, generación de residuos y consumo de recursos naturales. El modelo, ha ido generando una cultura de consumo y crecimiento continuo basada en el acoplamiento del binomio desarrollo –bienestar con el de consumo de recursos naturales– producción con impactos negativos sobre el medioambiente, que lleva varias generaciones instaurada en los modos de vida y actuación de los ciudadanos de los países desarrollados.