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La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha presentado su informe anual “La energía fotovoltaica conquista el mercado” en el que analiza la situación el sector y su evolución en España y en el exterior. Los datos globales reflejan el contraste entre la apuesta internacional por el desarrollo de la energía fotovoltaica, y la desaceleración registrada en España, donde el parque fotovoltaico nacional conectado a la red asciende a 4.651 MW, lo que supone un 3,2% de la potencia total instalada.
En total, en 2013 se han instalado únicamente 122 MW fotovoltaicos que, en realidad, corresponden a los últimos proyectos autorizados previos a la moratoria de 2012, frente a los 277 instalados el pasado ejercicio. Es decir, en 2013 se produjo la práctica paralización total del sector fotovoltaico.
Esta negativa evolución ha sido consecuencia, según UNEF, de la reforma aprobada por el Gobierno que, junto a la inseguridad jurídica creada por los constantes cambios normativos y el carácter retroactivo y revisable cada tres años de la nueva norma, impide el desarrollo y la viabilidad del sector fotovoltaico en España.
En España, según el presidente de UNEF, Jorge Barredo, “el Gobierno ha desaprovechado la posibilidad de generar un mix energético eficiente y sostenible, económica y medioambientalmente. Se ha aprobado una reforma con el único objetivo de hacer caer el esfuerzo del equilibrio presupuestario exclusivamente en las renovables, cuando estas, junto con la cogeneración y el tratamiento de basuras, son responsables únicamente del 20% del déficit de tarifa. Con esta reforma, el Gobierno ha apostado por un modelo energético de los años sesenta del siglo pasado, poniendo en riesgo la viabilidad de los proyectos y condicionando el desarrollo futuro de un referente de la Marca España, las energías renovables".
La energía fotovoltaica en España y el déficit de tarifa
En España hay actualmente tan solo 100 W fotovoltaicos por habitante, lo que nos sitúa en el decimoprimer puesto de la UE (perdiendo tres posiciones con respecto a 2012) por detrás de Alemania, Reino Unido, Italia, Rumanía, Grecia, Francia, Austria, Dinamarca, Holanda y Bélgica. En total, en los últimos 5 años, entre 2009 y 2014, se han instalado en España 1,2 Gw fotovoltaicos, mientras que solo en los 10 primeros meses de 2014 Alemania ha instalado 1,4 Gw.
Por lo que respecta a la retribución fotovoltaica, en 2013 obtuvo una retribución total de 2.928 millones de euros. La fotovoltaica produjo en 2013 unas externalidades positivas para el sistema eléctrico en ahorro en derechos de emisión de CO2, reducción del precio del pool y reducción de importaciones de combustibles fósiles, que superó los incentivos a la producción que ingresó.
En cuanto al déficit de tarifa, de cuya principal responsabilidad se está acusando y castigando a las energías renovables, y en especial a la fotovoltaica, lo cierto es que la fotovoltaica en 2013 contribuyó a disminuir el déficit de tarifa, al haber bajado su coste en 271 millones de euros (10%) respecto de la previsión inicial.
La génesis del déficit de tarifa nada tiene que ver con las renovables. En 2008, el déficit de tarifa acumulado ascendía ya a 15.000 millones de euros, cuando en España la industria solar era prácticamente inexistente. Solo entre 2002 y 2013 el déficit ex ante asciende a 21.802 millones de euros. El comportamiento del déficit de tarifa en 2013 es muestra de que la reforma eléctrica en España, que ha cargado la mayor parte de sus ajustes sobre las renovables para acabar con el déficit de tarifa, ha sido un fracaso. Sólo el 20% del déficit acumulado entre 2002 y 2013 corresponde al régimen especial en su conjunto -energías renovables, cogeneración y residuos-.
La reforma del marco energético ha impactado de lleno en la estructura sociolaboral del sector fotovoltaico en España y en el tejido industrial. Mientras que en 2011 el sector superaba los 12.000 puestos, a cierre de 2013 el empleo en el sector se sitúa en los 7.500 puestos, la gran mayoría en labores de operación y mantenimiento y en dar soporte a las actividades en el extranjero.
Distribución por CCAA
En todas las comunidades autónomas, a excepción de Extremadura, la potencia fotovoltaica instalada se ha reducido en 2013 con respecto al anterior ejercicio. Así Andalucía, que lidera el ranking, redujo la potencia instalada en 2013 a 31 MW (18 MW menos que en 2012). La siguen Castilla-La Mancha, con 16 MW (8 menos que en 2012), Catalunya, con un total de 15 MW, frente a los 19 del ejercicio anterior y Murcia que ha pasado de 23 en 2012 a 14 MW en 2013.
También en Valencia y Castilla y León y se ha reducido drásticamente la potencia instalada, con 9 y 6 nuevos MW en el último año, frente a los 27 y 24 respectivamente que se pusieron en marcha en 2012.
En Aragón, Canarias y Baleares, se han instalado 3 nuevos MW fotovoltaicos, frente a los 21 instalados en las dos primeras y los 14 en Baleares durante el año anterior. Galicia ha instalado un nuevo megawatio fotovoltaico (en 2012 fueron 3) y Madrid 2 MW que contrastan con los 15 que se instalaron el año anterior.
Por su parte, en Asturias, Cantabria, Ceuta y Melilla, no se ha instalado desde 2011 ningún MW fotovoltaico y La Rioja, Navarra y País Vasco han pasado de 1, 11 y 4 MW en 2012 a no instalar ninguno en el último ejercicio y, en este último caso, a la desinstalación de 1 MW de potencia (-1 MW en el País Vasco en 2013).
Extremadura es la única comunidad que ha registrado un aumento de potencia fotovoltaica instalada, pasando de los 8 MW en 2012 a 21 en 2013, aumento que en realidad corresponde a proyectos anteriores realizados bajo el RD 1578 y a los que se les había concedido una prórroga para regularizar su inscripción.
Eficiencia energética e impacto medioambiental
Gracias a la inversión en I+D+i, los costes de fabricación de placas FV se han reducido en más de un 80% desde 2007 hasta ahora.
Los 8.260 GWh producidos por el sector fotovoltaico han supuesto un ahorro de 1.998.920 toneladas de CO2, lo que equivale aproximadamente a la emisión de 68.000 coches funcionando durante un año en España.
Al no emitir CO2, España deja de tener que pagar derechos por emisión de este gas de efecto invernadero, por lo tanto se ahorra una suma que asciende a más de 9 millones de euros tomando el precio medio del CO2 en 2013 (SENDECO2, 2014).
Durante 2013 se importaron 10.745 millones de euros de gas de Argelia, Nigeria, Qatar, Perú, Trinidad y Tobago, Noruega, Egipto, Bélgica, Portugal y Francia, según los datos de Comercio Exterior. Esa cifra podría haber sido mucho mayor de no ser por la energía fotovoltaica. Durante 2011 y 2012 España se ha ahorrado más de 1.000 millones de euros por el consumo de energía fotovoltaica (Cámaras de comercio, 2013).
Autoconsumo
Por lo que respecta al autoconsumo y la generación distribuida, se trata de tecnología madura y competitiva, que cuenta con la mayor curva de aprendizaje de todas las energías renovables y ha bajado sus costes más de un 80% en los últimos años. Según datos de ISTAS, en caso de establecer una regulación que permitiera su desarrollo ordenado, generaría 135.779 empleos de aquí a 10 años, 31.715 de ellos sólo gracias a la fotovoltaica.
Sin embargo en España, el establecimiento del llamado peaje de respaldo, cuya aprobación se espera para 2015, hace inviable el desarrollo del autoconsumo en nuestro país e impide la entrada de nueva competencia en el mercado eléctrico. Este peaje, amplía de 12 años a 35 años el período de amortización para un consumidor particular (TUR).
Mercado Internacional
En 2013 se alcanzó un nuevo récord mundial de potencia fotovoltaica instalada, con 37.000 MW nuevos, un 35% más que en el año anterior. En total, la potencia total acumulada asciende a 136.700 MW. La reducción de costes de las placas y componentes fotovoltaicos está acelerando el salto de la fotovoltaica como una tecnología global.
En Europa el crecimiento de la potencia instalada ha sido gradual, pasando de 52.462 MW en 2011 a 79.952 en 2013. Si bien Europa ha sido el gran motor en los últimos años, el descenso en los niveles de precios de las energías renovables está produciendo que en las economías emergentes estén utilizando de manera importante la energía fotovoltaica, por una motivación ambiental, económica y de garantía de suministro.
Entre los mercados emergentes destacan APAC (con un incremento de 7.500 MW en 2011 a 21.992 en 2013), China, que ha pasado de 3.300 MW fotovoltaicos en 2011 a 18.100 en 2013, América (de 4.590 a 13.518) y Oriente Medio, de 205 MW a una potencia total instalada fotovoltaica de 953 MW. Asia y EE.UU. que están tomando el relevo a Europa en el liderazgo de estas tecnologías.
La industria fotovoltaica española está presente en todos los mercados internaciones y es reconocida internacionalmente como un referente global, gracias a la I+D+i y a la capacidad comercial de las empresas fotovoltaicas españolas.
Europa ha sido un mercado objetivo habitual para las empresas españolas. Italia, Alemania y Francia siguen generando las mayores oportunidades, pero existe un grado de competitividad muy elevado. Reino Unido irrumpe como mercado especialmente atractivo, a pesar de ser muy reciente y a corto plazo. En cuanto a Latinoamérica, Chile, República Dominicana, México o Perú atraen mucha atención y se han convertido en la principal apuesta de las empresas españolas en el continente.
España cuenta actualmente con referencias en toda la cadena de valor: construcción y promoción de instalaciones, fabricación de paneles y componentes, distribución de equipos fotovoltaicos. desarrollo de electrónica de potencia.