Entrevista a Pep Ripollès, 1er Teniente de Alcalde y concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Premià de Mar.
La extracción global de materiales se ha triplicado desde 1970 y la oferta de materias primas recicladas alcanza sólo el 12% en la Unión Europea, según datos de la Comisión. Para hacer frente a este reto que impacta de lleno en nuestra competitividad y desarrollo socioeconómico, en los últimos años se ha planteado una ingente batería legislativa que, complementada recientemente por varios informes, que señalan a la gestión de residuos electrónicos como fuente estratégica de materias primas fundamentales.
Que el futuro del suministro eléctrico pasa por la integración de las energías renovables es algo innegable. Sin embargo, pese a que España es el líder de la Unión Europea en cuanto a producción de energía eólica y fotovoltaica, más del 40% de la energía consumida en el 2023 fue verde, todavía quedan grandes impedimentos, que se han de solventar desde las administraciones públicas y desde las compañías eléctricas, para que las renovables se afiancen en nuestro país.
La biocircularidad es una de las soluciones más poderosas para avanzar hacia una economía sostenible, resiliente y desfosilizada. Este concepto, todavía poco extendido a pesar de su relevancia, está llamado a desempeñar un papel clave en la transición energética de España y en la transformación de nuestros modelos productivos y de consumo.
Este nuevo SCRAP contribuye a ir cerrando el círculo de ECOLEC Waste Hub uniéndose a Fundación ECOLEC y ECOLEC Baterías, ofreciendo a todos los agentes del ciclo de vida de los productos del equipamiento del hogar, electrodomésticos, muebles, etc., la máxima eficacia en un entorno cada vez más exigente en el ámbito regulatorio medioambiental.
La transición energética se ha convertido en un reto ineludible para todos los actores que conformamos el sector energético, con el objetivo de cumplir los compromisos internacionales de reducción de emisiones, al mismo tiempo que se asegura un suministro energético estable, sostenible y asequible. En este contexto, los gases renovables, liderados por el biometano y el hidrógeno renovable, se presentan como soluciones tecnológicas clave. Estas tecnologías pueden acelerar la descarbonización sin comprometer el tejido industrial ni la seguridad energética de España y Europa. No solo contribuyen significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sino que también ofrecen una vía para la reindustrialización, el fortalecimiento de la seguridad energética y la creación de empleo.